Versificación: Amal Donqol*
Traducción: Dr. Lahcen El kiri**
No te reconcilies
(1)
¡No te reconcilies!
aunque te den el oro.
cuando te arranco los ojos
y coloco dos joyas en su lugar…
¿puedes ver…?
Son cosas que no se compran…:
los recuerdos de la infancia entre tú y tu hermano,
el sentir – de repente – que ya sois viriles,
esta vergüenza que reprime la añoranza…cuando le abrazas,
vuestro silencio – Sonrientes – ante el reproche de vuestra madre…
¡como si fueseis
todavía niños!
aquella quietud eterna entre vosotros:
dos espadas son tu espada…
dos voces son tu voz.
Si mueres
queda para la casa un dueño
y un padre al niño.
¿Mi sangre se convierte – ante tus ojos – en agua?
¿Olvidas mi vestido empapado de sangre…
y pones – sobre mi sangre – vestidos bordados de caña?
¡Ya es la guerra!
puede ser pesada para el corazón
pero detrás de ti
La deshonra de los árabes.
No te reconcilies,
¡ni trates de escaparte!
(2)
No te reconcilies al tratarse de la sangre…¡ni siquiera con sangre!
No te reconcilies aunque se diga cabeza por cabeza,
¿las cabezas son iguales?
¡¿el corazón del extraño es como aquel de tu hermano?!
¡¿sus ojos resultan como los de tu hermano?!
¿pueden ser iguales dos manos…la primera con una espada luchando por ti
y la segunda su espada te hizo huérfano?
Van a decir:
hemos venido pidiendo que ahorres sangre,
hemos venido pidiendo que seas – ¡Oh Emir! – un juez.
Van a decir:
aquí estamos, somos primos.
Diles: que no han respetado este parentesco con los que murieron,
y planta la espada en la frente del desierto
hasta que la nada responda
¡que he sido para ti
un caballero,
un hermano,
un padre
y un rey!
(3)
¡No te reconcilies!
aunque los gritos del remordimiento
te causen insomnio…
y recuerda…
(si tienes simpatía con las mujeres vestidas de luto y sus niños sin sonrisa)
que tu sobrina “Al – Yamama”
es una flor envuelta en el vestido de luto
siendo joven.
Si yo volvía:
ella corría por la escalera del palacio
agarrando mis piernas al bajarme…
y la montaba – sonriente – al lomo del caballo,
pues aquí está ahora…callada.
¡La mano de la alevosía la privó:
de las palabras de su padre,
de los nuevos vestidos,
de tener – algún día – a un hermano!
y de un padre sonriéndose en su boda…
al que volvería si su marido le enfada…
y si le da visita…sus nietos se apresuran hacia su regazo,
para obtener regalos,
divirtiéndose con su barba (mientras él queda rendido)
y tocando su turbante.
¡No te reconcilies!
¡¿Cuál es el pecado de aquella
para que vea el nido encendido…de repente,
mientras sentaba sobre cenizas?!
(4)
¡No te reconcilies!
aunque te pongan una corona del Emirato.
¿Cómo das paso sobre el cadáver de tu hermano…?
y ¿cómo te conviertes en rey…
ante las figuras que dejan traslucir la alegría falsa?
¿cómo ves la mano de los que te han saludado
sin darte cuenta de la sangre…
en cada palma?
Una flecha que me alcanzó por detrás,
te alcanzará desde miles posiciones por detrás.
La sangre ya se ha convertido – ahora – en una condecoración e insignia.
¡No te reconcilies!
aunque te pongan una corona del Emirato.
Tu trono: es una espada
y tu espada: es una falsedad
si no mides – con su punta – los momentos del honor
y si te quedas atraído por el lujo.
(5)
¡No te reconcilies!
si dice quien retrocede durante el enfrentamiento
“…no tenemos energía para levantar la espada…”.
Cuando la sinceridad colma tu corazón:
sale el fuego si respiras
y la lengua de la traición se calla.
¡No te reconcilies!
que se diga lo que se diga con palabras de paz.
¿Cómo los pulmones respiran una brisa impura?
¿Cómo ves en los ojos de una mujer…
que sabes que no la puedes amparar?
¿Cómo te conviertes en su caballero en el amor?
¿Cómo esperas una mañana…para un niño durmiendo?
¿Cómo sueñas con un futuro para un muchacho
que está creciendo – entre tus manos – cabizbajo?
¡No te reconcilies!
no compartes la comida con quienes te han matado,
empapa tu corazón con sangre…,
empapa la tierra sagrada…
y empapa a tus antepasados dormidos…
¡hasta que te respondan los huesos!
(6)
¡No te reconcilies!
si la tribu te lo implora
en nombre de la tristeza de “Galila”
para que muestres con astucia
la aceptación – a quienes se han dirigido hacia ti -.
Van a decir:
estás requiriendo una venganza larga,
toma ahora lo que quieras:
un poco de derecho…
en estos pocos años.
No es únicamente tu venganza
sino la de generación en generación
y mañana…
verá luz quien puede llevar completamente el escudo,
encender el fuego por doquier,
pide la venganza
y saca el derecho de las costillas de lo imposible.
¡No te reconcilies!
aunque se diga que la reconciliación es una astucia.
Estamos ante la venganza
cuya antorcha se apaga en las costillas…
si las estaciones se repiten sobre ella
y después queda la mano de la deshonra (con sus cinco dedos)
pintada sobre las frentes humildes!
(7)
No te reconcilies aunque las estrellas te adviertan
y su vidente te lo sugiera…
Yo lo hubiera perdonado si hubiera muerto legítimamente.
Yo no era un invasor,
no me escabullía alrededor de sus tiendas de campaña
o me movía detrás de los confines,
no extendía mi mano hacia las frutas de las vides,
jamás pisé la tierra de su huerto.
Mi asesino no me gritó: “¡cuídate!”,
caminaba conmigo…,
después me saludó…,
se marchó un poco
¡pero se escondió entre las ramas!
De repente:
un escalofrió se me penetró entre dos costillas…,
¡mi corazón se sacudió – como una burbuja – y se calló!
resistí hasta aguantarlo apoyado sobre mis brazos,
pues vi a mi primo bastardo
de pie burlándose de mi desgracia con su mala cara.
Yo no tenía en la mano ni una lanza
ni cualquier arma vieja,
no había más que mi enfurecimiento quejándose de la sed.
(8)
No te reconcilies hasta que la existencia alcance de nuevo su transcurrir normal:
las estrellas…a su tiempo,
las aves…a sus voces,
la arena…a sus átomos,
y el asesinado a su hija que le está esperando.
Lo todo se derrumbó en un momento fugaz:
la juventud – la alegría de los familiares – el relincho – el conocimiento del huésped,
el murmullo del corazón al ver un brote en el jardín marchitándose, la oración por la lluvia,
el corazón esquivando al ver el ave de la muerte
batiendo las alas sobre la batalla rompedora,
todo se derrumbó en un capricho licencioso
y aquel que me asesinó: no es ningún Dios
para que me mate según su voluntad.
No es más noble que yo…para que me mate con su frialdad,
no es más hábil que yo…para que me mate con su giro astuto.
¡No te reconcilies!
pues, la reconciliación no es más que un tratado entre dos adversarios
(en el honor del corazón),
sigue intacta,
y aquel que me asesinó es un puro ladrón
que robó la tierra ante mis ojos
y el silencio ¡lanzando su carcajada irónica!
(9)
No te reconcilies aunque se levanten contra tu espada todos los Jeques
y todos los hombres resquebrajados,
aquellos que prefieren comer las gachas
y montar a los esclavos,
aquellos cuyos turbantes cayeron encima de sus ojos
y sus espadas árabes han olvidado los años de la gloria.
¡No te reconcilies!
No tienes más que querer,
eres el único caballero de este tiempo,
los demás ¡no son más que metamorfosis!
(10)
¡No te reconcilies!
¡No te reconcilies!
*El poema original en árabe:
(1)
لا تصالحْ!
ولو منحوك الذهبْ
أترى حين أفقأ عينيكَ
ثم أثبت جوهرتين مكانهما…
هل ترى…؟
هي أشياء لا تشترى…:
ذكريات الطفولة بين أخيك وبينك،
حسُّكما – فجأةً – بالرجولةِ،
هذا الحياء الذي يكبت الشوق.. حين تعانقُهُ،
الصمتُ – مبتسمين – لتأنيب أمكما..
وكأنكما
ما تزالان طفلين!
تلك الطمأنينة الأبدية بينكما:
أنَّ سيفانِ سيفَكَ…
صوتانِ صوتَكَ
أنك إن متَّ:
للبيت ربٌّ
وللطفل أبْ
هل يصير دمي – بين عينيك – ماءً؟
أتنسى ردائي الملطَّخَ بالدماء…
تلبس – فوق دمائي – ثيابًا مطرَّزَةً بالقصب؟
إنها الحربُ!
قد تثقل القلبَ…
لكن خلفك عار العرب
لا تصالحْ…
ولا تتوخَّ الهرب!
(2)
لا تصالح على الدم.. حتى بدم!
لا تصالح! ولو قيل رأس برأسٍ
أكلُّ الرؤوس سواءٌ؟
أقلب الغريب كقلب أخيك؟!
أعيناه عينا أخيك؟!
وهل تتساوى يدٌ…سيفها كان لك
بيدٍ سيفها أثْكَلك؟
سيقولون:
جئناك كي تحقن الدم..
جئناك. كن – يا أمير – الحكم
سيقولون:
ها نحن أبناء عم.
قل لهم: إنهم لم يراعوا العمومة فيمن هلك
واغرس السيفَ في جبهة الصحراء
إلى أن يجيب العدم
إنني كنت لك
فارسًا،
وأخًا،
وأبًا،
ومَلِك!
(3)
لا تصالح…
ولو حرمتك الرقاد
صرخاتُ الندامة
وتذكَّر…
(إذا لان قلبك للنسوة اللابسات السواد ولأطفالهن الذين تخاصمهم الابتسامة)
أن بنتَ أخيك “اليمامة”
زهرةٌ تتسربل – في سنوات الصِّبا –
بثياب الحداد
كنتُ، إن عدتُ:
تعدو على دَرَجِ القصر،
تمسك ساقيَّ عند نزولي..
فأرفعها – وهي ضاحكةٌ –
فوق ظهر الجواد
ها هي الآن…صامتةٌ
حرمتها يدُ الغدر:
من كلمات أبيها،
ارتداءِ الثياب الجديدةِ
من أن يكون لها – ذات يوم – أخٌ!
من أبٍ يتبسَّم في عرسها…
وتعود إليه إذا الزوجُ أغضبها…
وإذا زارها.. يتسابق أحفادُه نحو أحضانه،
لينالوا الهدايا…
ويلهوا بلحيته (وهو مستسلمٌ)
ويشدُّوا العمامة…
لا تصالح!
فما ذنب تلك اليمامة
لترى العشَّ محترقًا…فجأةً،
وهي تجلس فوق الرماد؟!
(4)
لا تصالح
ولو توَّجوك بتاج الإمارة
كيف تخطو على جثة ابن أبيكَ…؟
وكيف تصير المليكَ…
على أوجهِ البهجة المستعارة؟
كيف تنظر في يد من صافحوك…
فلا تبصر الدم…
في كل كف؟
إن سهمًا أتاني من الخلف…
سوف يجيئك من ألف خلف
فالدم -الآن- صار وسامًا وشارة
لا تصالح،
ولو توَّجوك بتاج الإمارة
إن عرشَك: سيفٌ
وسيفك: زيفٌ
إذا لم تزنْ – بذؤابته – لحظاتِ الشرف
واستطبت الترف
(5)
لا تصالح
ولو قال من مال عند الصدامْ
“…ما بنا طاقة لامتشاق الحسام…”
عندما يملأ الحق قلبك:
تندلع النار إن تتنفَّسْ
ولسانُ الخيانة يخرس
لا تصالح
ولو قيل ما قيل من كلمات السلام
كيف تستنشق الرئتان النسيم المدنَّس؟
كيف تنظر في عيني امرأة…
أنت تعرف أنك لا تستطيع حمايتها؟
كيف تصبح فارسها في الغرام؟
كيف ترجو غدًا.. لوليد ينام
كيف تحلم أو تتغنى بمستقبلٍ لغلام
وهو يكبر – بين يديك – بقلب مُنكَّس؟
لا تصالح
ولا تقتسم مع من قتلوك الطعام
وارْوِ قلبك بالدم…
واروِ التراب المقدَّس…
واروِ أسلافَكَ الراقدين…
إلى أن تردَّ عليك العظام!
(6)
لا تصالح
ولو ناشدتك القبيلة
باسم حزن “الجليلة”
أن تسوق الدهاءَ
وتُبدي – لمن قصدوك – القَبول
سيقولون:
ها أنت تطلب ثأرًا يطول
فخذ – الآن – ما تستطيع:
قليلاً من الحق..
في هذه السنوات القليلة
إنه ليس ثأرك وحدك،
لكنه ثأر جيلٍ فجيل
وغدًا…
سوف يولد من يلبس الدرع كاملةً،
يوقد النار شاملةً،
يطلب الثأرَ،
يستولد الحقَّ،
من أَضْلُع المستحيل
لا تصالح
ولو قيل إن التصالح حيلة
إنه الثأرُ
تبهتُ شعلته في الضلوع…
إذا ما توالت عليها الفصول…
ثم تبقى يد العار مرسومة (بأصابعها الخمس)
فوق الجباهِ الذليلة!
(7)
لا تصالحْ، ولو حذَّرتْك النجوم
ورمى لك كهَّانُها بالنبأ…
كنت أغفر لو أنني متُّ…
ما بين خيط الصواب وخيط الخطأ.
لم أكن غازيًا،
لم أكن أتسلل قرب مضاربهم
أو أحوم وراء التخوم
لم أمد يدًا لثمار الكروم
أرض بستانِهم لم أطأ
لم يصح قاتلي بي: “انتبه”!
كان يمشي معي..
ثم صافحني..
ثم سار قليلاً
ولكنه في الغصون اختبأ!
فجأةً:
ثقبتني قشعريرة بين ضعلين…
واهتزَّ قلبي -كفقاعة- وانفثأ!
وتحاملتُ، حتى احتملت على ساعديَّ
فرأيتُ: ابن عمي الزنيم
واقفًا يتشفَّى بوجه لئيم
لم يكن في يدي حربةٌ
أو سلاح قديم،
لم يكن غير غيظي الذي يتشكَّى الظمأ
(8)
لا تصالحُ..
إلى أن يعود الوجود لدورته الدائرة:
النجوم…لميقاتها
والطيور…لأصواتها
والرمال…لذراتها
والقتيل لطفلته الناظرة
كل شيء تحطم في لحظة عابرة:
الصبا – بهجةُ الأهل – صوتُ الحصان – التعرفُ بالضيف –
همهمةُ القلب حين يرى برعماً في الحديقة يذوي – الصلاةُ لكي ينزل المطر الموسميُّ –
مراوغة القلب حين يرى طائر الموتِ
وهو يرفرف فوق المبارزة الكاسرة
كلُّ شيءٍ تحطَّم في نزوةٍ فاجرة
والذي اغتالني: ليس ربًا…
ليقتلني بمشيئته
ليس أنبل مني…ليقتلني بسكينته
ليس أمهر مني…ليقتلني باستدارتِهِ الماكرة
لا تصالحْ
فما الصلح إلا معاهدةٌ بين نِدَّينْ…
(في شرف القلب)
لا تُنتقَصْ
والذي اغتالني مَحضُ لصْ
سرق الأرض من بين عينيَّ
والصمتُ يطلقُ ضحكته الساخرة!
(9)
لا تصالحْ
ولو وقفت ضد سيفك كل الشيوخْ
والرجال التي ملأتها الشروخْ
هؤلاء الذين يُحبون طعم الثريدْ
وامتطاء العبيدْ
هؤلاء الذين تدلَّت عمائمهم فوق أعينهم
وسيوفهم العربية قد نسيت سنوات الشموخْ
لا تصالحْ
فليس سوى أن تريدْ
أنت فارسُ هذا الزمان الوحيدْ
وسواك…المسوخْ!
(10)
لا تصالحْ
لا تصالحْ
*Poeta egipcio nacionalista muy famoso. Nació en el pueblo de Al – Qal‘a en lo que se llama Al – Sa‘īd (Egipto) hacia el año 1940 y murió en el año 1983 a los 45 años de edad. Su padre fue uno de los Jeques de Al – Azhar lo que influyó mucho en la poesía de Amal Donqol. El padre murió cuando nuestro poeta tenía tan sólo 10 años de edad. Este incidente hizo que en su poesía tuviera presencia un tinte de tristeza y melancolía muy profundo. Lo podemos notar en más de uno de sus poemas. Amal Donqol vivió en las circunstancias de los sueños del arabismo, nacionalismo y revolución egipcia. En su calidad de poeta árabe moderno, comprometido y muy consciente de lo que estaba ocurriendo en la escena tanto cultural, política como social de aquel entonces, vemos que rechazó tajantemente la reconciliación de Egipto con Israel a través del famoso tratado de paz firmado en 1979. En este contexto escribió este tan famoso poema que hemos traducido acá del árabe al español.
**Escritor marroquí nacido en Safi en 1984.
– Investigador en Traductología y Comunicación.
-Experto pedagógico.
– Especialista en Didáctica de Lenguas.
-Ex profesor de lengua árabe en la Enseñanza Secundaria en Casablanca.
-Licenciado en lengua y literatura españolas por la Universidad Mohammed V / Agdal – Rabat.
-Licenciado en Estudios árabes por la Universidad Mohammed V / Agdal – Rabat.
-Teniente de un Máster Especializado en Traducción y Comunicación en español por la Universidad Hassan II / Ain Chok – Casablanca.
-Doctor en Didáctica de Lenguas por la Universidad Mohammed V / Agdal – Rabat. Su tesis doctoral lleva como título: “Funciones de la traducción en la didáctica de las lenguas extranjeras: el caso del árabe para los hispanófonos”.
-Estudiante inspector en el Centro de la Formación de los Inspectores de la Enseñanza / Rabat.
-Colaborador del periódico español MUNDIARIO desde 2013 hasta ahora.
-Tiene varias contribuciones en diferentes áreas publicadas en revistas y periódicos tanto marroquíes como árabes y universales.
-Acaba de publicar un libro en árabe sobre la traductología que se titula:”دراسات في علم الترجمة”.
-Tiene una serie de libros en árabe y español en curso de impresión.